Pregúntale a un alemán que nombre jamás podría a su hijo te responderá casi con total seguridad Adolf.
Ningún niño llamado Adolf tiene la culpa de que un tocayo con aires de grandeza provocará un genocidio igual que no tienen culpa los George por G.W.Bush, los Nicolas por N. Ceauçescu ni los Augusto por A. Pinochet. Sin embargo el desprecio social en Alemania a la figura de Adolf Hitler es tan grande que nadie quiere marcar con tal estigma a sus descendientes. Esto también ocurre con el apellido, que muchos descendientes han cambiado (aunque unos frikis con ganas de hacerse famosos se dediquen a seguirles para marcarles a fuego su procedencia, como si los pecados de un antepasado se heredasen). De hecho el nombre de Adolf es prácticamente un termometro social en Alemania. Como podeís ver en la imagen superior casi ningún niño de la antigua Alemania del Este (puedes comparar el mapa aquí) es llamado Adolf, y en el resto de Alemania los nacidos con ese nombre se agrupan especialmente en Baviera, al sur, la zona más conservadora del país.
¿Qué ocurre en España? Como se puede apreciar en la imagen inferior, la percepción tan radical del nombre Adolf en Alemania contrasta con la del nombre Francisco de nuestro fascista particular.
Adolf era uno de los nombres más populares en Alemania a principios de siglo (Entre los 25 primeros) aunque su uso se iba reduciendo en los años 30 la tendencia cambió con la llegada de Hitler al poder y se derrumbo a finales de la guerra hasta ser unos de los nombre menos usados en la actualidad. Francisco ha sido en España el cuarto nombre más frecuente con el que se bautizaron niños desde los años 20 hasta los 60, descendiendo ligeramente desde entonces. Aunque el descenso corresponde con el final de la dictadura se puede comprobar que Jose (ver gráfico superior) y otros nombre considerados anticuados descienden de forma similar (de hecho Francisco Javier y otros nombres compuestos más a la moda del momento están por encima de Francisco). Es decir el ligero descenso en el uso no parece estar relacionado con el inicio de la democracia española. ¿Somos más tolerantes los españoles y por eso no tememos llamar a nuestro hijo como al dictador franquista? ¿o es que hace falta que medio mundo entre en el país a derribar al fascista en el poder para que la gente lo desprecie visceralmente?
No intento argumentar que la gente que llama Francisco a su hijo es de derechas o afín a la dictadura, mi postura es que, como no existe una presión social hacia ese nombre, la gente lo escoge como uno más. Lo que tenemos preguntarnos es porque no hay presión social hacia un nombre relacionado con una dictadura de casi 40 años que llego después de un sangriento golpe de estado.
Fuentes:
Datos sobre la proporción de niños llamados Adolf en Alemania obtenidos de beliebte-vornamen.de, los datos de España se han obtenido del Instituto Nacional de Estadística. Se corresponden a datos por décadas por lo que he marcado en el gráfico el quinto año de cada década como representativo de esta.
Enlaces relacionados:
- Y el ganador es… (Mimesacojea)
- Garzón declara ante el Supremo imputado por prevaricación en la causa del franquismo (RTVE)
- Fantasmas (Tall&Cute)
- Francisco Franco (Wikipedia)
- Actualización: El sustituto de Costa negó el Holocausto en 1979 (El País vía Twitter de JRMora)