Hace un tiempo encontré un curioso experimento. Los investigadores enseñaban cientos de fotos a varias personas durante un día, cada foto solo una vez. Luego mezclaban esas fotos con otras de desconocidos y volvían a enseñárselas, ¿cuantas caras reconocían?. Prácticamente todas.
Nuestro cerebro ha evolucionado para diferenciar cientos de rostros y variaciones de expresión. Pero no solo el nuestro, también el de otros grandes simios, probablemente a consecuencia de un ancestro común con dicha capacidad. Mientras, otros animales son capaces de reconocer a otros individuos por el olor, marcas significativas en el cuerpo, etc. Entre todas las caras que reconocemos hay una de vital importancia: la nuestra. Quizás algunos den por sentada esta capacidad que, sin embargo, es extremadamente rara en el mundo animal. Reconocerse físicamente se considera un indicador de la consciencia de uno mismo y hasta hace muy poco se creía que tal capacidad era innata de los grandes simios (gorilas, chimpancés, orangutanes, bonobos y humanos). Utilizando espejos y marcando el rostro de los primates (Test del espejo) se había comprobado que eran conscientes de que la marca que veían en el espejo estaba en su cara y se apresuraban a quitársela o palparla, mientras que el resto de animales se limitaba a curiosear/atacar a su «compañero en el espejo». Por ejemplo: los perros, gatos y niños menores de un año miran con curiosidad el espejo mientras que algunos pájaros lo atacan.
Los estudios sugerían que esta capacidad había aparecido y evolucionado solo en los primates, sin embargo, en 2001 se demostró que el delfín (Tursiops truncatus) y más tarde, la orca (Orcinus orca), eran capaces de reconocerse así mismos en lo que se consideró un extraordinario caso de evolución convergente. La cuestión no se paró ahí y en 2006 se descubrió la capacidad del elefante asiático (Elephas maximus) para pasar la prueba. En todos los casos nos encontramos con mamíferos sociales, con un gran cerebro y altamente inteligentes, debido a ello no es de extrañar la sorpresa que ha generado el hecho de que las urracas (Pica pica) hayan pasado el test del espejo con un cerebro del tamaño del garbanzo. Este descubrimiento ha llevado a reconsiderar la validez del test ya que ¿Puede un ave ser consciente de si misma?, pero mientras tanto me pregunto que entendemos por ser conscientes de nosotros mismos, de nuestra existencia y muerte. Algo que al parecer empieza por algo tan simple como saber que ese del espejo no es otro. Soy yo.
Interesante post. En cuanto a lo que comentas de la consciencia queria apuntarte alguna cosa con respecto al ser humano. Uno es consciente de que existe, de que es diferente por diferentes cuestiones: un nombre que implica una accion (Maria traeme, quien es la mas guapa? maria..). Efectivamente el espejo supone una gran ayuda pero no es la unica (no siempre han existido los espejos y el echo de ver un reflejo en el rio tampoco tenia porque ser un hecho que se entendiera como un punto de inflexion hace muchos años). En la carrera aprendi que hay otro gran hecho ademas del nombre y acciones o posesiones materiales asociadas a ese nombre: «el descubrimiento de que la luna no me sigue a mi..» sé que suena a chiste pero, segun kohlberg para evolucionar en los diferentes estadios de pensamiento es necesario restar egocentrismo y hedonismo a la vida del niño, potenciar el pensamiento abstracto, etc, para que se considere como autonomo, como diferente a otro ser.
Muy buena la entrada… y el comentario tb! Efectivamente la consciencia pasa por el reconocimiento de la propia imagen, pero hace falta más que eso ¡y la urraca y L. Kohlberg nos dan indicios de eso!
Como tú mismo dices, habría que ver qué significa «ser conscientes de uno mismo»…
Hay que distinguir la «conciencia» y la «conciencia de uno mismo». Lo primero es la capacidad de NOTAR las cosas: un perro siente dolor cuando le pegan (igual que un humano), pero un árbol no lo siente (es más dudoso si lo siente un insecto, p.ej); el mecanismo neural por el que sentimos el dolor es el mismo que en todos los mamíferos, así que no requiere «funciones cognitivas superiores», o algo así. Por tanto, podemos afirmar que muchos animales tienen consciencia, en este sentido de ser capaces de ser conscientes de ciertas cosas.
La capacidad de ser consciente de que tú eres tú, y de que la silla que está debajo de tu culo forma parte de otro objeto, y de que «ser tú» implica ciertas cosas (ciertas cosas que puedes hacer, ciertos movimientos que puedes llevar a cabo, ciertos recuerdos que puedes suscitar, etc.), es, me parece, una complejidad CUANTITATIVA con respecto a la capacidad (mamífera, al menos) de «ser conscientes de algo», y menos importante desde el punto de vista filosófico (quiero decir: más fácil de explicar). O sea, la pregunta «¿cómo puede un montoncillo de neuronas -con el resto del hardward adosado- darse cuenta de ALGO?» es, en mi opinión, muchísimo más difícil de responder que la de «¿cómo puede un montoncillo de neuronas -ibidem- darse cuenta de que es ESE montoncillo de neuronas, y no otro?».
¿No os parece?
Por otro lado, me parece perfectamente concebible que los miembros de una tribu «primitiva» que nunca hubiera visto imágenes impresas fuera incapaz de reconocerse a sí mismos en fotografía, y no por ello diríamos que «no son conscientes de sí mismos».
Incluso los miembros de esa tribu hipotética habrán visto su reflejo en el agua alguna vez, y contaban con la capacidad intelectual de asimilar que esa imagen se correspondía con la suya y no con la del vecino de cueva.
Jesús, lo de la foto podría ser en algún caso (aunque estoy con Atr en que algo habrá visto de él) pero cualquier humano (con las capacidades mentales no mermadas) se reconoce en el espejo aunque no se haya visto nunca, siempre que sea mayor de un año aproximadamente. Todos los seres vivos perciben el «daño» y se defienden según sus posibilidades aunque solo unos pocos (entre ellos los mamíferos) sienten lo que conocemos como dolor como bien dices. Desconozco que otras implicaciones se pueden deducir de esa capacidad y como afecta esto a su percepción del mundo.
Tenemos un órgano para la consciencia que están buscando en alguna región del cerebro.
Del la urraca, hay que decir de los córvidos que presentan facultades extraordinarias, como comunicar la existencia de alimentos, reproducir el lenguaje de los humanos como los loros, …
No creo que nada que tenga el ser humano no exista en otros animales, aunque tal vez, tengamos mas facultades, como la estupidez, la soberbia, etc, etc.
¡Salud!
Muy interesante, sabia que esto estaba entre los cuatro hitos que todo niño sano supera, y curiosamente era el último en superar, el reconocerse como individuo (los otros creo que son el lenguaje, erguirse y asir cosas, creo). También decir que los niños menores de dos años son unos hachas a la hora de reconocer caras, por lo visto no fallan una, luego empeoramos.
Efectivamente Joako, los niños pequeños disponen de una vision limitada muy cercana. Por eso reconocen las caras. Veamos.. para que el aprendizaje real se produzca, debemos ir de lo cercano a lo lejano porque, solo dminando y asociando lo cercano, podremos explorar lo mas lejano. En los bebes ocurre eso.
En cuanto a los hitos, podria decirse que en cuanto pasan una prueba del apgar, ya se ha realizado el primro. Si no pasa esta prueba el ñiño puede no tener el reflejo de succionar, por ejemplo. El del movimiento es otro (gateando o andando) por lo que supone en cuento a exploracion. Espero haber podido aportar algo mas…
Pingback: Los 10 saltos evolutivos más complejos « Tall & Cute
Pingback: Los 10 pasos evolutivos más complejos « Tall & Cute
Me llamó la anterior esto: «Por ejemplo: los perros, gatos y niños menores de un año miran con curiosidad el espejo mientras que algunos pájaros lo atacan.»
Creo que este texto es un ejemplo de sesgo cognitivo.
Un sesgo cognitivo es cualquiera de los muchos efectos del observador (el observador selecciona la información de forma selectiva) comunes a todos los seres humanos y que han sido identificados en ciertas áreas tales como la Psicología cognitiva o en la Psicología social que incluyen entre sus estudios: las atribuciones sociales, los errores de memoria, la interpretación estadística etc. Los sesgos desvían drásticamente la fiabilidad tanto de las evidencias legales como de las anecdóticas.
http://es.wikipedia.org/wiki/Sesgo_cognitivo
Perros, gatos y niños menores de un año no son más especiales mirando un espejo que otros muchos animales (ovejas, vacas, cerdos, patos, atunes, etc), pero ese texto parece queder dar a entender lo contrario.
Saludos.
simplemente me refiero a que mucha gente creería que los perros y gatos se autoreconocen cuando no es así. En este punto en particular en efecto no son diferentes a una oveja